Durante esta pandemia, es posible que no tenga suficiente dinero para llegar a fin de mes. Priorizar tendrá que convertirse en su foco principal. Algunos consejos para ayudarlo a administrar su efectivo después de COVID-19.
Ajustar la mentalidad: su pensamiento tiene que cambiar de “¿Cómo puedo mantener todo pagado?” a “¿Qué no pagaré intencionalmente?” Este proceso de evaluación a menudo incluye clasificar los gastos en categorías de “Esencial” y “Menos esencial”.
Definir elementos esenciales: los elementos esenciales se incluirán en una de las siguientes cinco categorías:
- Refugio: alquiler o hipoteca y servicios públicos deben estar disponibles para vivir.
- Comestibles: alimentos que compra y prepara usted mismo.
- Transporte: pagos de automóviles, gasolina y seguros.
- Atención médica: medicamentos que dan vida y atención médica de emergencia.
- Cuidado infantil: si todavía está trabajando.
Haga las matemáticas: reste el total de los gastos más esenciales de sus ingresos mensuales. Lo que queda está disponible para gastos menos esenciales.
Situación Excedente: si le quedan ingresos después de pagar lo esencial, agregue a su presupuesto los gastos que son menos esenciales en orden de importancia para usted, pero no más de lo que puede pagar.
Situación Deficitaria: si no le quedan ingresos después de pagar lo esencial, es posible que tenga que tomar la difícil decisión de no pagar un gasto grande, como su hipoteca. Si este es el caso, una vez que las cosas vuelvan a la normalidad, deberá atraparlo lo antes posible. En ese momento, también puede programar una cita con un consejero de morosidad hipotecaria.
Reduzca los gastos: para muchos con pocos ingresos, se debe aprovechar toda oportunidad para ahorrar.
Buscar entre diferentes planes móviles: dado que un teléfono también podría considerarse esencial, puede buscar formas de reducir este gasto.
- Si tiene un contrato, puede disminuir la cantidad de datos y disminuir su cargo mensual.
- Si no tiene un contrato, puede considerar comprar un teléfono menos costoso como “Straight Talk”.
Llame a su compañía hipotecaria: Verifique con los prestamistas que tienen su hipoteca, pago (s) del automóvil y tarjetas de crédito, para ver si diferirán uno o más pagos.
Compare los costos del seguro: compare sus tarifas actuales en automóviles y propietarios si es el propietario de su casa. Si paga un depósito en garantía, un seguro más bajo puede reducir el pago de su hipoteca.
Evite los cargos por sobregiro: cuando las finanzas son ajustadas, es aún más fácil sobregirar. Observe las transacciones en su cuenta corriente diligentemente para que nunca haga un sobregiro. Este es un gasto que debe evitarse y hará que su presupuesto sea aún más ajustado.
Ubicar dinero extra y otros recursos:
Vender algunos bienes: ¿tiene artículos que podrían venderse? ¿Tiene un vehículo adicional que no se usa con tanta frecuencia? ¿Qué hay de los artículos que había reservado para una venta de garaje? Ahora podría ser un buen momento para convertir estas cosas en efectivo.
Use el crédito con prudencia: si cree que la emergencia durará relativamente poco, y si tiene crédito disponible, es posible que tenga que confiar en una tarjeta de crédito para cubrir algunos de sus gastos más básicos, como gasolina y alimentos. Esto es especialmente cierto si tiene un déficit presupuestario después de pagar sus elementos esenciales.
Estire el cheque de estímulo y el reembolso de impuestos: si espera un reembolso de impuestos o un cheque de estímulo en las semanas que rodean la crisis, use estos fondos para complementar sus ingresos. Estiralo con el tiempo para que dure el mayor tiempo posible.
Use lo que ya tiene: la mayoría de los hogares tienen muchos alimentos almacenados que se han pasado por alto durante mucho tiempo. ¿Está lleno tu congelador? Ahora puede ser un buen momento para comenzar a usar cada elemento que está almacenando. Trate de evitar ir a la tienda de comestibles hasta que realmente se quede sin un artículo.
Aquí hay algunas herramientas de ConsumerFinance.gov que pueden ayudarlo a revisar sus metas financieras y administrar su efectivo ante las cambiantes circunstancias financieras.
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